• Socuéllamos, con su importante Museo del Vino, único en Castilla la Mancha, y sus bodegas de referencia nacional, es una parada imprescindible en las Rutas del Vino de España
• El municipio ha presentado en FITUR su nueva marca de turismo: Socuéllamos, Patria del Vino

El municipio de Socuéllamos (Ciudad Real) ha presentado hoy en FITUR 2018 su nueva imagen como destino turístico, que tiene en el mundo del vino, la gastronomía y la cultura sus grandes atractivos. "Socuéllamos, Patria del Vino" es su marca turística, que recoge la esencia de la ciudad y de la región y, más aún, habla de un turismo de interior y de calidad cada vez más demandado por los viajeros dentro y fuera de nuestras fronteras.  
 
En la presentación de esta nueva imagen, la alcaldesa, Pruden Medina, ha destacado el aumento de turistas que recibe la localidad, que "buscan conocer de primera mano cómo es la vendimia; el proceso de elaboración; cómo se lleva a la mesa su consumo, responsable, maridándolo con nuestra rica gastronomía; viajeros que quieren conocer nuestras bodegas, nuestros museos... En resumen, que desean conocer el mundo que rodea el vino, en una tierra llena de autenticidad, y en la que ya nadie duda del interés que despierta su cultura como recurso turístico".
 
Socuéllamos ha destacado su lugar como destino que apuesta por la "autenticidad" y la "calidad" en los viajes, el atractivo de las escapadas de interior y la riqueza enoturística de una zona que se postula como destino perfecto para 'shortbreaks' desde Madrid, Levante, Andalucía o Extremadura. "Ya no es posible hablar de enoturismo sin hablar de Socuéllamos, una ciudad donde el vino y su cultura pueden percibirse en todos los rincones", ha declarado Pruden Medina.
 
Trece bodegas en las que disfrutar y vivir el vino
Actualmente, la ciudad cuenta con 12.000 hectáreas de viñedo y una oferta enoturística en la que se pueden encontrar trece bodegas en las que el saber hacer ha dado lugar a vinos de características inimitables, desde la pequeña bodega familiar a las grandes instalaciones que cuentan con la última tecnología. Aquí se pueden organizar visitas y recorridos guiados por profesionales, amantes y conocedores del vino con los que descubrir una oferta que aúna calidad y autenticidad.
 
Además, Socuéllamos cuenta con el Museo Torre del Vino, uno de los mejores exponentes en su género y único en toda la región, donde se puede conocer y disfrutar de una forma lúdica e interactiva el mundo del vino, con un concepto moderno y actual, dentro de las tendencias estéticas y tecnológicas de nuestro tiempo. Se trata de un espacio abierto a la experimentación y a los sentidos que cuenta con una amplia gama temática, desde la historia del vino, el cultivo, el proceso de vinificación o los métodos de análisis del vino, hasta conceptos relacionados con la cata, el maridaje, y el disfrute responsable del mismo.
 
El museo cuenta además con una torre mirador desde la que se obtienen unas inmensas vistas de la llanura manchega. Aquí se puede participar de las numerosas actividades y eventos que se llevan a cabo en el museo, lugar que se ha convertido en uno de los grandes ejes sociales y culturales de nuestro municipio.
 
Una visita al casco antiguo
En Socuéllamos huele a vino, pero también a cultura. Tradición y modernidad van de la mano en la ciudad, cuya historia está íntimamente unida al papel de las Órdenes Militares, concretamente la de Santiago, de cuyos caballeros surgió la clase dirigente de la ciudad. Un paseo por su casco antiguo permite apreciar esa parte de su historia relacionada con las órdenes militares.
 
Alguna de las visitas imprescindibles son la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en estilo gótico del siglo XVI, con su torre-campanario, es uno de los emblemas de la ciudad, erigiéndose simbólica sobre los tejados de Socuéllamos. A sus pies se sitúa el antiguo Ayuntamiento, donde aún hoy se puede contemplar el antiguo escudo de armas de la localidad. La Casa de la Encomienda, un conjunto arquitectónico con dos portadas de acceso y blasones en la fachada, entre los que destaca el perteneciente a Antonio de Mendoza, virrey de Méjico y Perú, y la casa Casa de la Inquisición, de la que se conserva el escudo de la fachada, dan fe del ilustre pasado de Socuéllamos.