El Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos ha sido escenario el fin de semana de una de las mayores concentraciones y exposición al público de modelos de la escudería Ferrari que se haya dado nunca en Europa, comparable tan solo a la realizada puntualmente en la planta en Maranello (Italia), casa de la marca del ‘Cavallino Rampante’. 70 deportivos de la escudería, participantes en la Competición de Regularidad Granada-Marbella han arropado hoy con su presencia la exposición que desde el día 2 y hasta el 12 de septiembre celebra en el recinto de congresos la Asociación Española de Propietarios de Ferrari, y que reúne otras 30 unidades de distintos modelos de esta mítica marca.
La Costa del Sol, y Torremolinos como su escenario, ha sido protagonista de esta cita única del espectáculo del motor.

La muestra recorre la historia de la mítica marca automovilística desde sus orígenes en 1974, pudiéndose observar modelos de los años 50, 60, 70, 80 y 90, así como otros recientemente salidos al mercado.
Seleccionados por su prestigio, carisma, exclusividad y cotización, la muestra es considerada una de las mayores de Europa, tanto por la exclusividad y calidad de los modelos como por la cantidad de bólidos expuestos, entre los cuales figuran el Ferrari Enzo, en honor al fundador de la marca; Dino GT4 Bertone, presentado en 1976 en el salón del automóvil de Barcelona; Testarossa, que se mostró en el salón de París; 512 BB; Ferrari 430 Scuderia y California.
Como clásicos, destaca un 250 GT Cabriolet, de 1957, que en su día perteneció al príncipe Alfonso de Hohenlohe, además de un Fórmula 1, ganador del Gran Premio de Canadá en 1995 con Jean Alesi,y un F40 de la década de los 90, que perteneció al ex futbolista Diego Armando Maradona cuando jugó en el Fútbol Club Barcelona. Uno de los coches de la muestra, conocido como ‘Daytona’, está valorado en unos 700.000 euros, ya que solo existen 122 unidades.
La entrada tiene un coste de 5 euros y una parte irá destinada a fines benéficos, a la Fundación Theodora, cuyo objetivo es hacer sonreír a los niños hospitalizados.